Tiempo de...

Este video tiene el único motivo de sensibilizarte en la lectura.

¿Estás listo? Ahora si pon play y lee...

Que haces en este momento?

No hago esta pregunta únicamente con la intención temporal.

Hablo de una pregunta que tiene que ver con la forma en que estás actuando para lo que viene para tu vida.

Y es que he estado reflexionando, leyendo y entendiendo la etapa de preparación que estamos viviendo actualmente la Generación que se está levantando. Esta vez hablaré de la Generación que nos encontramos entre la etapa de salida de la Preparatoria y hasta la consolidación de la juventud en el terreno profesional. Una generación rodeada por los estereotipos marcados de las anteriores Generaciones X y Y.

Nos han llamado Generación Z o Alpha, nos han etiquetado en una serie de gustos y esquemas mentales y aún hay gobiernos que incluso han llamado a la sociedad a abandonar la esperanza que existe en nosotros. Es por eso que con toda la intención escribo esta columna, con la finalidad de retarte, de hacer consciencia de la necesidad de modificar nuestros patrones de acción.

Durante un tiempo, hemos sufrido un saqueo a nuestra generación.

Un saqueo de valores, entendiéndolos como aquellos pequeños conceptos que nos hacen ser lo que somos como personas, aquellas pequeñas reacciones que tenemos ante lo adverso. Y es que aunque los valores en si son inagotables (no cambian), lo que si ha cambiado es la manera en que los estamos usando y el peso que les estamos dando.

Un saqueo de confianza, por nuestras autoridades, por nuestros padres, por los empleadores y los que tienen los recursos y que no han estado dispuestos a invertir su tiempo y su dinero en los proyectos de nuestra generación; y finalmente un saqueo de confianza por nosotros mismos que nos ha llevado a tener una actitud de rebeldía y a generar una contracultura en casi todos los actos que realizamos. A manera de ejemplo tenemos el mal encauzamiento de las filosofías de las tribus urbanas, que parecen pedir a gritos un poco de atención de la sociedad.

En fin un saqueo material, moral pero sobre todo en el ámbito espiritual.

No es mi interés hablar más del saqueo que hemos vivido como generación, sino plantear un análisis de un texto que me encontré hace poco y que me consume con solo pensar que puede ser el lema que nos ayude a alcanzar el objetivo personal y colectivo de nuestra generación.

Dice así:

"Guarda tu fortaleza, vigila el camino, cíñete los lomos, refuerza mucho más tu poder. Porque este es el tiempo en el que se restaurará la Gloria de tus antepasados, porque saqueadores la saquearon. El escudo de sus valientes estará enrojecido, los varones de su ejército vestidos de grana; el carro como fuego de antorchas; el día que se prepare, temblarán las hayas. Su aspecto será como antorchas encendidas, correrán como relámpagos."

Nahum Cap.2, 1-4

Es tiempo.

Tiempo de guardar las fortalezas;

como en la historia antigua poner vigías que cuiden tus murallas, que guarden los sueños que se han depositado en ti. De proteger con los guardias más celosos los tesoros de tu corazón, siempre y cuando estos sean virtuosos y no trivialidades.

Tiempo de vigilar el camino que vamos a recorrer;

la senda de la vida que cada uno estamos decidiendo correr, y que finalmente determinará que tanto valdría la pena arriesgarse por los sueños y las ideas de nuestra generación. Tiempo de ser sabios para decidir que vereda es la que si tomamos y cual desechamos. Tiempo de decidir para donde ir.

Tiempo de ceñirte los lomos;

De hacernos un hombre o una mujer de valor.

De que las decisiones que tomemos las acatemos con la responsabilidad que requieren y aceptando las consecuencias que estas de seguro nos van a generar. Es tiempo de demostrar la valía de esta generación. De demostrar que los dones y talentos que nos han sido dados. de responder al llamado que cada uno tenemos. De afrontar de la manera más corajuda la problemas, los retos, las alegrías y tristezas, en fin de afrontar la vida.

Tiempo de reforzar mucho más nuestro poder;

No el poder por jerarquía o coerción. Sino el poder social, grupal, generacional que tenemos.

De cargar pilas en la fuerza de nuestra juventud. Del "back to basics",de reencontrarnos, de saber quienes somos y hacia donde va cada uno. De tener un propósito y un destino definido, no ensimismado o egoístamente, sino con una convicción de poder generar algo para la posteridad, algo que beneficie en un futuro a nuestros hijos e hijas. Tiempo de afilar el hacha desgastada y volver a darle con todas nuestras fuerzas un golpe más al árbol de la desconfianza y falta de credibilidad en "mi" mismo.

Cuales son las consecuencias?

En la guerra contra la decepción, en lugar de ver pasar una vez más a una generación derrotada, caída por sus propios defectos y amenazas, salir con los escudos rojos de la "sangre victoriosa".

De tener algunos caídos de nuestro ejército que serán el precio de sangre que tendremos que correr.

Pero al final, seremos como dice el texto de antorchas encendidas, como relámpagos que maravillan al ojo más escéptico.

Esta es mi decisión.

Entender el momento que estamos viviendo.

Prepararme para hacer temblar las hayas. De disfrutar al máximo mi tiempo de juventud, pero afrontarla con la responsabilidad de ser un estandarte de esta generación que lleve el mensaje de victoria sobre los paradigmas sociales.

No es mi intención generar un texto sensacionalista, ni motivador. Para eso ya tenemos muchos "Cornejos o Cuauhtemoc Sánchez".

Lo que escribo es la visión que CREO firmemente de nosotros.

As always... is up to you!

Isaac Burguette

Director de Cluster